Por Gundhramns Hammer
20 de agosto de 2015
Había una vez un cura que no
tenía cura pero buscaba su cura para la cura que sólo lo cura una cura que, después del dinero que principalmente sirve para esta cura, motiva a todo el mundo a seguir con su locura y que no es para el cura.
Es la cura que quita la
locura de la carne llena de locura que no tiene cura porque esta locura no
tiene cura.
Siendo así, podemos hacer
una pregunta no sobre la locura que todo el mundo que busca esta cura sabe todo
sobre esta cura, sino sobre el cura que buscaba su cura.
¿Qué es un cura?
Un cura es una persona que
ha juramentado que no debe tener cura para la cura que no lo cura con lo que
cura lo que no cura porque no es para el cura la cura cuando el cura busca a
escondidas la cura donde no está la cura para el cura, pues el cura ha
renunciado a esta cura que, según su juramento de cura, es sólo para aquel que
no es cura.
El cura está para quien
quiera un cura para las cosas de un cura pero no para la cura que no es del
cura, aunque a veces el cura deja de ser cura buscando la cura que se supone no
es para el cura.
No es sorprendente que
alguien haya dicho que eso de ser un cura es una locura, a no ser que alguien
quiera vivir a base de la locura ajena del mundo que cura su locura con lo que
no es para el cura, rogando y enmendando a la gente llena de locura para que
los dioses y santos corrijan su locura.
Siendo así, el pícaro cura o
el buen cura, experto en economía y psicólogo en locura de la gente que le
rodea acostumbrada a la carne con locura, disciplinado con locura, sin buscar o
caer en la tentación de esta cura que no es para el cura, siempre tendrá su
sitio asegurado en este mundo lleno de locura, de acuerdo a los expertos en
cosas de los curas.
¿Por qué?
Simple. Porque el mundo de los humanos no tiene cura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario